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Autoconocimiento y Autocontrol Emocional

26/5/2020

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Buenos días a todos y todas,
​
Hoy daremos seguimiento a una de las dos lecturas que recibieron ayer (espero que hayan pensado en la positiva reflexión enviada por la profe Caterina). A continuación, les comparto dos de los principales componentes que integran la Inteligencia Emocional según el teórico de la Inteligencia Emocional, el psicólogo estadounidense Daniel Goleman.
1. Autoconocimiento emocional (o autoconciencia emocional)
Se refiere al conocimiento de nuestros propios sentimientos y emociones y cómo nos influyen. Es importante reconocer la manera en que nuestro estado anímico afecta a nuestro comportamiento, cuáles son nuestras capacidades y cuáles son nuestros puntos débiles. Mucha gente se sorprende de lo poco que se conocen a ellos mismos. 
Por ejemplo, este aspecto nos puede ayudar a no tomar decisiones cuando estamos en un estado emocional poco equilibrado. Tanto si nos encontramos demasiado alegres y animados, como si estamos tristes y melancólicos, las decisiones que tomemos estarán mediadas por la poca racionalidad. Así pues, lo mejor será esperar unas horas, o días, hasta que volvamos a tener un estado mental relajado y sereno, con el que será más sencillo poder valorar la situación y tomar decisiones mucho más racionales.

2. Autocontrol emocional (o autorregulación)
El autocontrol emocional nos permite reflexionar y dominar nuestros sentimientos o emociones, para no dejarnos llevar por ellos ciegamente. Consiste en saber detectar las dinámicas emocionales, saber cuáles son efímeras y cuáles son duraderas, así como en ser conscientes de qué aspectos de una emoción podemos aprovechar y de qué manera podemos relacionarnos con el entorno para restarle poder a otra que nos daña más de lo que nos beneficia.
Por poner un ejemplo, no es raro que en determinados momentos nos enfademos, con razón o no, con un amigo amiga o con nuestros padres, pero si fuéramos esclavos de la emoción del momento estaríamos continuamente actuando de forma irresponsable o impulsiva, y luego nos arrepentiríamos. En cierto sentido, buena parte de la regulación de las emociones consiste en saber gestionar nuestro foco de atención, de manera que no se vuelva contra nosotros y nos sabotee.
Se ha observado que la capacidad de autocontrol está muy ligada a la habilidad a la hora de utilizar el lenguaje: en muchos aspectos, saber gestionar adecuadamente las propias emociones depende de encontrar narrativas que nos permitan priorizar más unos objetivos a largo plazo que otros que tienen que ver con ceder a los impulsos de lo inmediato. Esto encaja con el hecho de que la Inteligencia Emocional en parte tiene mucho en común con la Inteligencia Verbal.

¿Qué tal si comenzamos a poner en práctica desde ya estos dos elementos de la Inteligencia Emocional? Estoy seguro que les será de mucho provecho ahora y en su vida adulta. 

En otro sentido queremos decirle que…


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